viernes, 30 de noviembre de 2012

Sueño Amor



¿Podría enamorarme de alguien que no conozco
y no sé si existe más allá de mis pensamientos?
¿Podría fascinarme con unos ojos que nunca me miraron,
de unos labios que no besé o de una caricia que nunca fue?

¿Podría pensar que mi amor se deposita en ésa persona
sin siquiera haberla visto sonreír ni una sola vez?
¿Podría desear soñar con que ése amor me envuelva,
pero con algo de temor a despertar y que se esfume?

Continuamente describo su figura en un cielo limpio y celeste,
dejando una huella de nubes con el paso de mis manos.
Intento tocar el agua mansa con mis dedos,
y en ése movimiento poder imaginar y recrear su rostro.

Veo en cada persona que cruzo en las calles, las plazas y los bares;
algo de aquella persona amada.
Y ése algo me hace creer, me hace ilusionar,
me hace saber que tal vez nos encontremos.

Me duermo y me despierto pensando en nuestro amor.
Un amor fundado en unos ojos, unos labios, unas palabras
que me fascinan, me seducen y me atrapan,
pero siempre como fantasía y no como pura realidad.

El día y la noche transcurren de forma cíclica
y todos mis pensamientos me llevan a esa ensoñación,
 por eso creo que mi dependencia a ese amor es total,
sin por eso llegar a ser un karma ni un talismán.

Este amor no es ni un trofeo ni una carga,
tan sólo es, tan sólo transcurre;
y mi vida se sostiene en aquel pensamiento,
siendo como el aire: necesario y habitual

Pero si no conozco a esa persona,
y nada sé de su existencia real y física.
¿Puedo estar idealizando aquel amor?
¿Puedo estar deseando ése sentimiento?

Tal vez ese amor exista en otra situación,
en otro mundo, en otra realidad.
Si los sueños son otra realidad, implícita y aparente,
¿Puedo creerme un soñador?

CÉSAR EDERY