lunes, 19 de septiembre de 2011

Favoritos: "FUSIÓN" de Jorge Drexler

¿Dónde termina tu cuerpo y empieza el mío?
A veces me  cuesta decir.
Siento tu calor, siento tu frío,
me siento vacío si no estoy dentro de tí.

¿Cuánto de esto es amor? ¿Cuánto es deseo?
¿Se pueden, o no, separar?                            
Si desde el corazón a los dedos
no hay nada en mi cuerpo que no hagas vibrar.

¿Qué tendrá de real
esta locura?
¿Quien nos asegura
que esto es normal?
Y no me importa contarte
que ya perdí la mesura
que ya colgué mi armadura en tu portal.

Donde termina tu cuerpo y empieza el cielo
no cabe ni un rayo de luz.
¿Que fue que nos unió en un mismo vuelo?
¿Los mismos anhelos?
¿Tal vez la misma cruz?

¿Quien tiene razón?
¿quien está errado?
¿Quien no habrá dudado
de su corazón?
Yo sólo quiero que sepas:
no estoy aquí de visita,
y es para ti que está escrita esta canción

JORGE DREXLER



jueves, 15 de septiembre de 2011

Favoritos: "YO TE QUIERO LIBRE" de Silvio Rodríguez

Yo te quiero libre.
libre y con amor,
libre de la sombra
pero no del sol.

Yo te quiero libre,
como te viví,
libre de otras penas,
y libre de mí.

La libertad tiene alma clara
y solo canta cuando va batiendo alas,
vuela y canta, libertad.

La libertad nació sin dueño.
y yo quién soy para colmarle cada sueño,
y yo quién soy para colmarle cada sueño.

Yo te quiero libre
y con buena fe,
para que conduzcas
tu preciosa sed

Yo te quiero libre,
libre de verdad,
libre como el sueño
de la libertad

La libertad tiene alma clara
y solo canta cuando va batiendo alas,
vuela y canta, libertad.

La libertad nació sin dueño.
y yo quién soy para colmarle cada sueño,
y yo quién soy para colmarle cada sueño.

Yo te quiero libre,
como te viví,
libre de otras penas,
y libre de mí.

Silvio Rodríguez



domingo, 11 de septiembre de 2011

El camino


El camino se hacía cada vez más difícil de recorrer. No entendíamos por qué debíamos seguir subiendo. El guía era alguien muy difícil de abordar, demasiado hermético. Se molestaba con cada pregunta y sus respuestas eran escuetas, lo cual, creaba mayor incertidumbre en el grupo.
Pero teníamos que confiar. No había otra alternativa. Era confiar en él o perdernos.
Ya hacía mucho que caminábamos y casi todo el trayecto había sido cuesta arriba. La mayoría de nosotros estábamos agotados.
Tal vez había más de un arrepentido. Sí, podía verse en algunos rostros.
Pero seguíamos al guía casi sin hacer comentarios. Era mucha la expectativa.
Finalmente, arribamos a una especie de gruta que, al parecer, no era muy frecuentada por seres humanos.
Comenzamos a penetrar en una caverna. El guía encendió una antorcha, nosotros, nuestras linternas.
Debemos haber recorrido más trayecto por el interior de la caverna, que el que nos llevó a ella. Y cada vez, costaba más, la caverna se hacía  más húmeda y oscura. Pero nuestros corazones se aceleraban y la energía se renovaba.
Las luces de las linternas se movían por las paredes, subían y bajaban, recorriéndolo todo.
Entonces, el guía se detuvo. Aquí, dijo.
Todas las linternas enfocaron en la misma dirección.
Era una especie de puerta, que al empujarla se abría.
El guía se apartó para permitirnos el paso, lo cual creó una pequeña confusión. Algunos retrocedieron, hubo risas nerviosas. Nadie tomaba la iniciativa.
Pero no habíamos llegado hasta allí para no dar ese paso.
Ante nosotros estaba eso que tanto habíamos anhelado.
Entramos. A partir de entonces comenzó el verdadero viaje.

                  .....................................................

De mis compañeros de grupo, no tengo noticias, aunque intuyo qué pasó con cada uno.
Yo sigo adelante, ahora me guía el camino.
No sé hasta dónde llegaré. Pero sé, que pase lo que pase, ya no puedo retroceder en este viaje hacia el interior de mi propio ser…

PAULA DI CROCE

sábado, 10 de septiembre de 2011

Favoritos: MENSAJES DE AMOR DE CURSO LEGAL

Queriéndola de verdad
como la quiero
puse mi vida a sus pies
y me rendí.
Pero no quiso mi vida
sólo me pidió dinero,
dinero,
para irse más lejos de mí.

Queriéndola de verdad
como la quiero
bregaré de sol a sol
con frenesí.
Y vaciaré mis bolsillos
para mandarle dinero,
dinero,
para irse más lejos de mí.

Uno por uno,
cada billete
que ganaré,
devotamente
por las dos caras
lo besaré
y así cuando le lleguen
noticias mías
se juntarán mis besos de amor
con sus besos de alegría.

Ay, dinero, dinero, dinero
dinero vil metal...
Mensajes de amor de curso legal.

Queriéndola de verdad
como la quiero
cuanto más dinero mande, más
se alejará de aquí.
¿Que tal si voy a buscarla
disfrazado de dinero,
dinero,
y los dos juntos huimos de mí...?

Dinero, dinero, dinero
dinero, vil metal...
Mensajes de amor de curso legal.

Joan Manuel Serrat