Una de las obras más reconocidas de Borges, en la cual confluyen 2 libros en uno: El jardín de senderos que se bifurcan (1941) y Artificios (1944); y no estaría de más aclarar que esta colección de cuentos (de corte policial, imaginarios y fantásticos), ha colocado al autor en un primer plano de la literatura universal. Aquí algunas frases extraídas:
·
“… los espejos y la cópula son
abominables, porque multiplican el número de los hombres.”
·
“… una de esas amistades inglesas
que empiezan por excluir la confidencia y que muy pronto omiten el diálogo.”
·
“…llega a negar el tiempo: razona
que el presente es indefinido, que el futuro no tiene realidad sino como
esperanza presente, que el pasado no tiene realidad sino como recuerdo
presente.”
·
“Todo hombre debe ser capaz de
todas las ideas y entiendo que en el porvenir lo será.”
·
“… el hecho estético no puede
prescindir de algún elemento de asombro y que asombrarse de memoria es
difícil.”
·
“… estaba aclimatado en el
fracaso…”
·
“A la desaforada esperanza,
sucedió, como es natural, una depresión excesiva.”
·
“Después reflexioné que todas las
cosas le suceden a uno precisamente, precisamente ahora. Siglos de siglos y
sólo en el presente ocurren los hechos…”
·
“Preveo que el hombre se resignará
cada día a empresas más atroces; pronto no habrá sino guerreros y bandoleros;
les doy este consejo: ‘El ejecutor de una empresa atroz debe imaginar que ya la
ha cumplido, debe imponerse un porvenir que sea irrevocable como el pasado’.”
·
“Pensé en un laberinto de
laberintos, en un sinuoso laberinto creciente que abarcara el pasado y el porvenir…”
·
“… todo lo abandonó para componer
un libro y un laberinto (…) Todos imaginaron dos obras; nadie pensó que libro y
laberinto eran un solo objeto (…) el hecho puede haber sugerido a los hombres
un laberinto físico (…) la confusión de la novela me sugirió que ése era el
laberinto (…) se había propuesto un laberinto que fuera estrictamente
infinito…”
·
“Lo cierto es que vivimos
postergando todo lo postergable…”
·
“Había cursado con fervor y con
vanidad casi todas las páginas de no sé qué manual comunista; el materialismo
dialéctico le servía para cegar cualquier discusión (…) no discutía:
dictaminaba con desdén y con cierta cólera.”
·
“Todo era vasto, pero al mismo
tiempo era íntimo y, de alguna manera, secreto. En el campo desaforado (…) la soledad era perfecta y tal vez
hostil…”